Npqeditores/ octubre 6, 2021/ BLOG, Uncategorized

En esta ocasión queremos hablaros de las ferias del libro, esos puntos de encuentro mágicos entre el sector editorial y los lectores que, afortunadamente, volvemos a percibir que van ganando músculo tras las últimas ferias a las que Grupo Editorial Sargantana ha acudido: Madrid, Jornadas de Valencia, Salón de Castellón, ferias de Valldigna, Torrent, Murcia y en la antesala ya de la esperada 56º Fira del Llibre de València.

Evidentemente, nuestra experiencia es francamente positiva, porque consideramos que estas citas son clave para el sector. Y no a nivel económico, que también, sino como evento cultural con magnitud propia, como motor social necesario.

UN PUNTO DE ENCUENTRO

En este sentido, la propia utilidad de una feria viene determinada, en esencia, como punto de encuentro entre la oferta ( quienes ofrecen el «producto editorial») y la demanda (los lectores interados y, en consecuencia lógica, compradores.

Además, la feria en sí también es una generadora de hábitos de lectura, ya que constituye un foco de atracción para personas que puede que incluso no sean lectores habituales y pueden convertirse así a la causa. En todo caso, lo cierto es que la feria cumple una serie de funciones esenciales.

FUNCIONES DE UNA FERIA DEL LIBRO

Estas funciones pueden abarcar desde dar a conocer los títulos de nuevos autores o consagrados, ofrecer un espacio cultural o promover la lectura e introducirla desde las edades más tempranas, pasando por proponer diferentes actividades culturales dinámicas relacionadas con la lectura, hasta, en definitiva, la consecución de nuevos lectores, el incremento de ventas en el sector editorial y, por tanto, el mantenimiento de un sector, el editorial, que es un bien de primera necesidad.

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