Npqeditores/ febrero 8, 2021/ BLOG, Uncategorized

Sheila Pedro. Departamento de Comunicación

¿Te imaginas una inteligencia artificial con la capacidad de reproducir el estilo de tu autor favorito? o ¿a un robot capaz de escribir una novela como El capitán Alatriste, de Arturo Pérez-Reverte? Puede que estas ideas parezcan sacadas de un argumento de ciencia ficción o que, como mucho, se nos antojen a una realidad futurista, de allá por el 2200. Pero lo cierto es que no nos imaginábamos poder presenciar este avance en 2021.

La línea entre el periodismo y la literatura siempre ha sido muy delgada. Aunque la primera profesión se base en los hechos y la segunda en la ficción, ambas tienen el mismo punto de partida: contar una historia. Por lo que, sabiendo el impacto que la inteligencia artificial está teniendo en el ámbito periodístico, no era de extrañar que esta tecnología aterrizara, de un momento para otro, en el sector literario.

El Washington Post, Associated Press, The New York Times, Forbes o Le Monde son algunos de los medios de comunicación que ya están empleando la inteligencia artificial para la elaboración de notas simples, como las crónicas deportivas. De esta manera, los periodistas pueden centrar sus esfuerzos y tiempo a escribir un periodismo más pausado y de mayor calidad. Y es que, la inteligencia artificial solo necesita que se introduzcan los datos necesarios para poder escribir cualquier texto, crónica o nota de prensa, así pues, una vez la IA cuenta con dichas referencias elabora la noticia aportando contexto e interés. No obstante, esas notas generadas automáticamente, siempre carecerán de estilo y alma, ¿no?

Con la tecnología capaz de darle a los textos el estilo de nuestros autores favoritos, se abre una nueva posibilidad. Quizá solo sea cuestión de tiempo que una máquina pueda generar una historia ficticia a partir de unos datos aleatorios como el género de la novela o unas posibles tramas. Y, conociendo la repercusión que ha tenido la IA en el sector periodístico, no sería nada extraño que el día de mañana un robot fuese capaz de crear una historia con alma capaz de emocionar al ser humano.

Quizá, antes de leer este artículo te mostrabas más reacio al pensar en la posibilidad de leer, en un futuro próximo, un bestseller escrito por un robot. No obstante, estoy segura de que ahora te parece una probabilidad mucho menos remota.

Pero, un momento, ¿entonces quién nos firmará y dedicará nuestras novelas favoritas?

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