Descripción
Este libro nace desde una mirada nueva hacia un enclave histórico, espiritual, patrimonial y artístico de la ciudad de Valencia: el Convento Franciscano de Santa María de Jesús.
Creado en 1428 por voluntad de la reina María de Castilla, esposa de Alfons V el Magnànim, el convento fue habitado durante 410 años por monjes franciscanos observantes, muy cercanos al poder real de la Corona de Aragón.
En el siglo XVI destaca la figura de Nicolás Factor, excelente pintor y representante de la mística española que fue santificado por la Iglesia católica.
En 1784 la Orden Franciscana remodeló el convento dejando un legado artístico importante del que, afortunadamente, una muestra se ha conservado en la iglesia conventual, como los extraordinarios frescos de la cúpula pintados por Vicente López Portaña.
Tras la desamortización de 1838 es vendido en sucesivas ocasiones, pasando a ser primero una fábrica de hilaturas y posteriormente comprado por la Diputación de Valencia para la ubicación del Manicomio Provincial. Será la diputación, que sigue siendo la propietaria, quien asuma su gestión durante los siguientes 123 años.
Este relato pretende reivindicar la recuperación de sus dos claustros menores, que milagrosamente han sobrevivido desde el siglo XV, y su uso como bien cultural para Patraix. Porque el olvido es la gran baza de la destrucción, y solo recuperando su memoria podremos apreciarlos y conservarlos.
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