Diez y ocho años es una edad perfecta para casi todas las cosas excepto para vivir una guerra.La biografía del personaje protagonista, total y absolutamente verídica, podría tener su réplica en miles de jóvenes que en uno u otro bando sufrieron la intolerancia, brutalidad y vesania de la maldad humana desatada con justificaciones apócrifas. En una sociedad ética y moralmente